miércoles, 6 de octubre de 2010

Fútbol Callejero

Desde el año 2007, alumnos, ex alumnos y docentes de la escuela secundaria del barrio de Belgrano Liceo Nº 9 Santiago Derqui en conjunto con la Asociación Civil Diego Duarte del Barrio Costa Esperanza, Pdo. de San Martín, realizamos actividades recreativas, deportivas y educativas con chicos y adolescentes.
Durante estos cuatro años el espacio deportivo cobró gran protagonismo entre los jóvenes del barrio demandándonos más compromiso en el desenvolvimiento y planificación de los encuentros. En un principio nuestro objetivo fue garantizar, en un gran pero abandonado terreno perteneciente al CEAMSE, el desarrollo de distintas disciplinas sin profundizar demasiado en las problemáticas que atraviesan los/as chicos/as dentro y fuera de la actividad. Con el correr de los encuentros y viendo el galopante interés de los jóvenes en juntarse a disfrutar un momento en compañía, nos encontramos frente a un espacio potencial para comenzar otro tipo de trabajo que, sin dejar de lado lo deportivo, haga foco en lo vincular y en la construcción grupal. Fue así que a mediados del 2008 nos comunicamos con referentes del Club Defensores del Chaco, del Pdo. de Moreno, quienes desde el 2001 desarrollan una metodología de fútbol alternativa a la prototípica: el fútbol callejero.
Esta metodología, que todavía se encuentra en constante transformación, tiene entre sus principales características la ausencia de la figura del árbitro y la inclusión de chicas en los equipos. La primera característica garantiza que el poder de las decisiones pase a los/as jugadores/as e invita al mismo tiempo a la interrelación entre los dos equipos sin la necesidad de un puente de autoridad. Para reemplazar la figura del árbitro, se incluye la del mediador que es un tercero imparcial y que su papel es únicamente ayudar a los jóvenes jugadores a asumir la responsabilidad de sus propias acciones y a tomar sus propias decisiones, y que interfirieren sólo en caso de un conflicto grave.
La inclusión de mujeres en los partidos, al mismo tiempo que incita a igualar las relaciones entre género y a desnaturalizar las prácticas futbolísticas dominantes, disminuye la violencia y las agresiones dentro de la cancha y ayuda a concientizar acerca del cuidado del otro. Otra modificación relevante que propone esta metodología es la incorporación de dos instancias nuevas además del partido en sí mismo. Antes de que la pelota comience a rodar se reúnen los dos equipos en el centro de la cancha y deciden las reglas de juego que van a hacer valer entre ellos durante el partido. Luego del primer tiempo se juegan dos tiempos de quince minutos. Ya finalizada la instancia “con pelota” del juego, se da lugar al tercer tiempo que consta en volver al medio de la cancha y dialogar sobre el partido. Esta instancia de evaluación está enmarcada en un ambiente de discusión respetuosa que permite a los/las participantes escuchar a los demás y ser escuchados. En el tercer tiempo se decide el puntaje final del partido, se dan tres puntos por respeto a las reglas, tres puntos por respeto a los demás (al equipo “adversario” como también al propio), y tres puntos al equipo con más goles. Tanto el primer como el tercer tiempo están acompañados por el mediador.
Amistoso con los chicos del liceo
Luego del encuentro con los referentes del Club Defensores del Chaco, volvimos con la idea de trabajar a largo plazo con los chicos y las chicas del barrio Costa Esperanza y con el objetivo claro de poder construir un equipo que pueda participar de la liga de fútbol callejero. De esa manera comenzamos a introducir alguna de las características del F.C en nuestros encuentros. Durante el 2009, jornada tras jornada, fuimos eliminando de a poco la figura del árbitro y fuimos invitando a chicas a participar de los partidos de fútbol que ya eran un folclore más de los sábados en el barrio. De igual manera se hizo moneda corriente el hecho de parar el partido ante alguna situación conflictiva y sentarse a dialogar sobre lo ocurrido. Con el objetivo de salir del barrio y así afianzar los vínculos dentro del grupo pudimos organizar algunas jornadas amistosas con otras organizaciones barriales cercanas y también con chicos de segundo año del Liceo Nº9. Al finalizar el año 2009 ya habíamos cumplido un gran objetivo: se había conformado un grupo de chicos y chicas de entre 12 y 14 años con identidad propia y con un trayecto recorrido en conjunto. 
Con el objetivo de no estar aislados, el 2010 nos encontró con muchas ganas de finalmente insertarnos en la liga de Fútbol Callejero y comenzamos a dialogar nuevamente con referentes del Club Defensores del Chaco como también del Club 25 de Mayo de Gral. Rodriguez. Paralelamente el grupo conformado en el 2009 empezó un proceso de organización propia muy fuerte para poder juntar un fondo común destinado a diferentes objetivos del equipo como las camisetas, el transporte, la vianda y pelotas. De esta manera los chicos se organizaron para hacer rifas y vender choripanes los sábados, dividiéndose las tareas entre ellos y asumiendo diferentes responsabilidades para dentro del grupo.
Mediadores en la jornada
Finalmente logramos inscribirnos en la Liga de Fútbol por la Tolerancia organizada por el Club Defensores del Chaco y el Club 25 de Mayo participando de seis jornadas con otras organizaciones sociales.
El equipo Costa Esperanza, en una de las jornadas
Amistoso en el liceo, con los chicos de 2º año (2009)


Encuentro en Paso del Rey, Club Defensores del Chaco (2010)